miércoles, 4 de febrero de 2009

(y otros en los que fernández me puede ♥)


Sabíamos no decirnos nada,
conservando en apariencia
una amistad, consolidada..
Sabíamos no exigirnos mucho:
Hola, ¿qué haces?
convidame un pucho,
que me tenés abandonada..

Vos con tu mochila a cuestas,
yo con la excusa perfecta,
para charlar de pavadas..

Nos hizo un guiño San Telmo,
un poco de humo en el medio,
y enloquecieron las miradas..

Quizo el destino que esa noche hiciera frío,
y que el ruido de los coches me hiciera hablarte al oído,
y si el diablo se contenta con que dudes un instante,
vos y yo, nuestras miserias,y esta noche por delante amor,
¿Quién sabe?

Un umbral perdido,
y aquel bar medio vacío,
como único testigo.
Brindamos por el olvido,
y el espíritu del vino,
se fue haciendo nuestro amigo..

Con el corazón en llanta,
nada mejor que tu lengua,
abrigando mi garganta..
Y conga, conga, conga, conga,
y que siga la milonga amor,
que el mozo traiga otra ronda
y que pague Dios..

Quizo el destino que ya no hiciera más frío,
y sin coches y sin ruidos sigo hablandote al oído,
y si el diablo se contenta con que dudes un instante,
vos y yo, nuestras miserias y esta noche por delante amor,
¿Quién sabe? a m o r..

1 comentario:

Anónimo dijo...

definitivamente esa canción me desarma