Se entiende que uno pueda no tener ganas de hablar, pero sinceramente, yo no puedo esperar a que se decida. Sólo tengo momento a la mañana y a la hora de la cena, y en esos momentos justamente esta -sensible-. Entonces ¿yo qué? Me canso y me pongo de malas.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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